Una muestra del poemario «Cinco días en Huarochirí» de Miguel Gil Castro
Miguel Gil Castro (Lima, 1987) es antropólogo y con su primer poemario Cinco días en Huarochirí (2022) obtuvo el Premio Copé de Bronce de la XX Bienal de Poesía.
Cinco días en Huarochirí se basó en mitos preincas e incas recopilados en el Manuscrito de Huarochirí a principios del siglo XVII por el extirpador de idolatrías Francisco de Ávila en quechua. El manuscrito fue traducido al español por primera vez en 1966 por el también antropólogo y poeta José María Arguedas, es equivalente en antigüedad e importancia al libro del Génesis para los cristianos. En estos mitos andinos Gil Castro encuentra claves para interpretar la compleja realidad peruana actual, poemario que fue desarrollado durante el confinamiento por la pandemia del COVID 19.
Además, Gil Castro ha participado en talleres poéticos a cargo de Karina Valcárcel, Edgar Saavedra y Berta García Faet. Se interesa por el desarrollo de mitos y rituales en sociedades occidentalizadas, además de los vínculos entre cultura popular y política en contextos multiculturales. Dicta el Taller de poesía «Vestirse de silencio» en la Librería El Virrey de Lima.
A continuación compartimos cinco poemas que integran Cinco días en Huarochirí (2022).
Taki Onqoy
.
.
. —Unto
. esta piedra sagrada
. con harina de maíz blanco,
. blanquito.
Levanto
. esta piedra sagrada
. y, con una manta cubro mi rostro.
Derramo chicha de jora
. para despertarte
. para escuchar tu voz,
. huaca herida
. —Habitar la piedra
. no es ausencia,
. habitar la piedra
. no es desaparición.
. Vivir en presente perpetuo,
. suspendido:
. es un cambio del modo de existencia.
. La huaca
. protege y aconseja.
. Ofrece poderes oraculares
. a cambio de sacrificios.
. La petrificación
. también puede ser un castigo,
. hace eternas las malas acciones,
. detiene el ciclo.
. A ti,
. huaca viviente,
. refugio primordial de lo sagrado,
. a ti,
. vector de la furia ante la opresión:
. te voy a contar de Huarochirí,
. te voy a contar sus mitos.
.
.
.
De Cinco días en Huarochirí (2022)
Su nombre es Pariacaca
.
.
Nacieron de cinco huevos
. (en forma de cinco halcones)
y vinieron
. hasta aquí
. para un gran combate.
Ya convertidos en hombres,
en el camino me encontraron,
Además de mullu, ticti y coca
(equivalentes de alguna manera
para musulmanes, judíos y cristianos
al oro incienso y mirra
. de los Reyes Magos),
traía a mi wawa en brazos.
Uno de ellos me preguntó:
. —¿Adónde vas
. así llorando?
. —Llevo a mi hijito querido
. para dárselo de comer
a Huallallo Carhuincho, el Malvado,
. devorador
. de inocentes seres humanos.
(Como no soy Abraham
ni Huallallo, el Dios de Israel:
. no era cuestión de obediencia,
. no era una prueba de fe).
. —Dame tus ofrendas —dijo él— y vuelve a casa
con tu hijo sano.
. Volverás en cinco días,
. para ver la lucha contra Huallallo.
. Si venzo
. gracias a la cantidad de mi agua dirás:
. Nuestro Padre ha triunfado.
. Si él vence
. por la abundancia de su fuego dirás:
. La lucha ha terminado.
. —Padre —dije— ¿y si se enoja el Malvado?
. —Que se enoje. No podrá hacerte daño.
. Al contrario. Yo seré el nuevo cámac:
. quien transmita
. la fuerza vital a mujeres,
. quien transmita
. la fuerza vital a hombres.
Y el aliento de sus palabras
. era azul claro
. clarito.
Entregué las ofrendas,
. mis manos temblaban.
Los cinco hombres comieron el mullu
(concha sagrada:
. que ahora se llama spondylus)
. y crujía entre sus dientes.
Crac,
. crac,
. crac, crac.
Cinco días pasaron.
Y volví. Había dado mi palabra.
Y volví. Había hecho una promesa.
Cayeron los cinco hermanos
. (desde distintos lugares)
. en forma de lluvia roja,
roja como ají panca
roja como el achiote
. y amarilla como pecho de tucán.
Cayeron también convertidos en relámpagos
. (desde distintos lugares).
Pero el Malvado en forma de inmenso fuego
(cuyas llamas alcanzaban el cielo)
. ardía desde temprano
. hasta la puesta de sol.
Uno de los hermanos hizo caer un cerro
así contuvo
. toda el agua
. producida por las lluvias.
Casi cubierto el fuego de Huallallo.
Nuestro Padre siguió lanzando rayos,
. Él y sus hermanos
. casi arrasan la peña
hacia donde huyó el Malvado (convertido en pájaro).
. Al huir nuevamente Huallallo
. hizo surgir un Amaru:
. serpiente gigante de dos cabezas.
Mi Padre, furioso, clavó en su lomo un bastón de oro.
Al instante
. Amaru fue convertido en piedra.
Todavía quien por allí pasa
se lleva pedacitos de sus escamas
. para protegerse de la maldad,
. para protegerse del daño.
Volvió a huir Carhuincho, el Malvado,
. y subió a un enorme cerro.
Hizo surgir un ave gigante
. con alas como lanzas.
Mi Padre quebró sus alas y lo convirtió en piedra.
. Así venció a Huallallo.
Uno de los hermanos de Mi Padre
. convertido en nevado
. se quedó como guardián
. vigilando.
. Y al fin, yo pude decir:
Mi Padre ha vencido.
. Su nombre es Pariacaca.
.
.
.
De Cinco días en Huarochirí (2022)
Mi nombre es Cavillaca
.
.
Dicen que era tan hermosa.
Ninguno (huaca u hombre), dejé que se acercara.
Conocían mi rechazo,
. mas no el tacto de mi piel, ni su tibieza.
Antes de probar la lúcuma
. cuya luz dorada abría su cáscara,
. cuyo aroma me recuerda tu nombre, Cuniraya:
supe que eras tú
. quien aleteaba convertido en colibrí.
El corazón de nuestro hijo
. empezó a latir en mi vientre
. apenas mordí la fruta dorada.
Para encontrarte,
. un año después
. de nacido nuestro hijito,
mandé llamar a todas las huacas.
. Antes de ponerle nombre
. a nuestro hijito,
mandé llamar a todas las huacas:
para encontrarte.
Vestidos con sus más finas ropas
ninguno aceptó ser padre de mi wawa.
Le pedí a mi hijo que fuera él
. quien reconociera a su padre
. y te encontrara.
Y a gatas pasó al lado de todas las huacas.
. No reconoció a ninguno,
. hasta que frente a un pordiosero
. se alegró
y trató de acercarse.
. —Ay de mí —grité—, es mentira.
. Es mentira, ¿cómo pude dar a luz
. al hijo de un miserable?
Cogí a mi wawa y hui hacia el mar.
. No volví el rostro.
. No volví la mirada.
Cogí a mi wawa y me arrojé hacia el mar.
En Pachacamac
. convertidos en islas
. te esperamos, Cuniraya.
Y te soñamos con tu traje brillante
. como lágrimas de sol
. ocultas en las montañas.
Y vienes hacia aquí, Cuniraya,
. y bendices al cóndor:
. —Vivirás alimentándote de los animales de la puna,
. todos cuantos haya.
Y vienes hacia aquí, mi Señor Cuniraya,
. brillante como piel de otorongo,
. y rechazas a la zorrina:
. —Caminarás sola de noche,
. por tu olor serás condenada.
Y vienes hacia aquí, Cuniraya Viracocha,
. amarillo como pecho de tucán,
. y prometes al puma:
. —Serás muy querido, comerás las llamas
. de los culpables
. e incluso si te matan
. poniéndote en su cabeza te harán bailar
. sus más bellas danzas.
Y vienes hacia aquí, mi Señor Cuniraya,
. amarillo como flor de retama,
. y castigas al zorro:
. —Tú y tu piel serán tratados como basura
. no habrá criatura más desgraciada.
Y vienes hacia aquí, Cuniraya Viracocha,
. cámac de las chacras,
. y premias al halcón:
. —Almorzarás picaflores y pajarillos
. e incluso si te matan
. poniéndote en su cabeza te harán bailar
. sus más bellas danzas.
Y vienes hacia aquí, Cuniraya,
. y maldices a los loros:
. —Vivirán gritando
. y cuando escuchen sus gritos
. los hombres los ahuyentarán de sus chacras.
Y yo te espero
. y le canto a mi wawa
. tus hazañas.
. Ven, pongámosle nombre.
. Despertaremos con tu llegada
. y volveremos para habitar el tiempo de los hombres.
Mi nombre es Cavillaca.
.
.
.
De Cinco días en Huarochirí (2022)
El mundo se cubrió de agua
.
.
. Aunque todos los hijos de Abraham:
musulmanes,
. judíos,
. cristianos,
cuentan que sus animales
se salvaron de un diluvio
en el arca de Noé, hecha a mano,
. (y que esta se detuvo en el monte Ararat),
nosotros sabemos que aquí
. no fue necesario.
Para nosotros el Huillcacoto,
. (cerro enorme,
. cerro sagrado)
y una llama:
. salvaron a toda la humanidad.
No sé sabe cómo lo supo esta llama,
pero por saber que el mundo habitado
sería hundido por el mar
. no podía dormir y se lamentaba,
. no tenía hambre y sufría.
En el mejor campo
. lleno de hierba brillante,
. su dueño
. (que estaba comiendo un choclo)
. le arrojó la coronta:
. —Te traigo para que comas, ¿por qué no quieres?
. —Y para qué, pues,
. para qué si en cinco días
. el mundo se hunde en el mar.
. —Para salvarnos algo tenemos que hacer.
. —Vamos al cerro, a Huillcacoto.
La espuma de mar los seguía,
y apenas llegaron, el hombre y su llama,
. el mundo se cubrió de agua.
Solo la puntita del Huillcacoto
. se mantuvo seca.
Apretujados unos contra otros:
el puma con sus ojos de jade,
. el zorro y sus vanidades,
. el guanaco, padre de vicuñas y llamas,
. el cóndor agradecido,
en Huillcacoto
. todos los animales
. habían ocupado su lugarcito.
Cinco días pasaron.
Cuando las aguas bajaron,
cuando el mar se retiró:
. los hombres y las llamas
. volvieron a multiplicarse.
Todavía quienes se acuerdan
guardan silencio,
. temen la fuerza del mar.
Solo se mantuvo seca
la puntita del Huillcacoto.
.
.
.
De Cinco días en Huarochirí (2022)
Cinco días pasaron
.
.
En tiempos antiguos,
. muy antiguos
velaban el cadáver de un ser querido por cinco días.
Así, su ánima
. (no más grande que una mosca)
. salía de su cuerpo
. a encontrarse con Pariacaca.
En ese mismo momento
. se escuchaba
. un sonido (delgado como un silbido).
Al cabo de cinco días
. volvían los muertos a sus casas.
. —Ya he vuelto. No moriré nunca más.
En esos tiempos antiguos,
. muy antiguos:
se trabajaba la tierra
. en las cumbres,
se trabajaba la tierra
. en laderas escarpadas
con tanto esfuerzo, con tanto sufrimiento
se trabajaba la tierra.
Un día murió un hombre,
cinco días pasaron,
. pero el hombre no volvía.
Llegó pasados seis días.
Su esposa
. (que estaba comiendo un choclo)
. le arrojó la coronta.
. —¿Por qué eres tan perezoso,
quién te crees para hacernos esperar?
En ese mismo momento
. se escuchó
. un sonido (delgado como un silbido)
y nada más.
Desde ese día ninguno ha vuelto
. después de morir
. nunca más.
.
.
.
De Cinco días en Huarochirí (2022)