Cinco poemas de Georges Schehadé en una de sus primeras traducciones del francés
Escribe | Fernando Vidal Maffei. Traduce | Sofía Maffei

El poeta libanés en lengua francesa Georges Schehadé. Fuente.
Georges Schehadé fue un escritor libanés en lengua francesa, nació en Alejandría alrededor de 1905. Su familia, de religión griega ortodoxa y originaria de la Siria otomana, se instaló en 1919 en Beirut, donde Schehadé pasará casi toda su vida. Schehadé comenzó a publicar poesía a finales de los años 1920. Durante sus estadías en París a partir de 1933, se relacionó con los surrealistas, se hizo amigo de André Breton y Jules Supervielle, se relacionó con Saint-John Perse, Max Jacob, Jean Paulhan, Pierre Jean Jouve, Paul Éluard, René Char, Marc Chagall, Max Ernst, Octavio Paz. La guerra civil libanesa se desencadenó en 1975, pero Schehadé se resignó a dejar Beirut definitivamente sólo tras la muerte de su madre en 1978 —y con el desconsuelo de un hombre que decía: «El Líbano es una forma de vivir que no se encuentra en ningún otro sitio. Si el Líbano muriera, una luz se apagaría»—. Se instaló en París, donde ya residían su esposa e hijo. En 1986, fue el primer laureado del Gran Premio de la Francofonía de la Académie française. Falleció en 1989.
Su obra más difundida es la teatral: Monsieur Bob’le (1951), que desata una batalla entre los críticos y los poetas; La Soirée des proverbes (1954); Histoire de Vasco (1956), que al estrenarse en plena guerra de Independencia de Argelia suscita iracundia por su aparente antimilitarismo, antes de traducirse a más de veinte idiomas y convertirse en un éxito mundial; Les Violettes (1961); Le Voyage (1962); L’Emigré de Brisbane (1965), desde 1967 en el repertorio de la Comédie-Française; la pantomima L’Habit fait le prince (1973). Schehadé explicaba sin embargo que su teatro era «ante todo una ocasión de dar una oportunidad a los múltiples rumbos de la poesía».
La mayor parte de su obra poética se publicó como Les Poésies en la editorial parisina Gallimard. La primera edición (1952) comprendía Poésies I, II, III y Si tu rencontres un ramier (o Poésies IV), publicadas en 1938, 1948, 1949 y 1951, respectivamente. Se reimprimieron en 1969 junto con Portrait de Jules (1954) y Récit de l’an Zéro (1956). La edición más reciente (2001) agrega Poésies V (1972), Le Chat (1983) y Le Nageur d’un seul amor (o Poésies VI, 1985). Sus últimos siete poemas se incluyen como Poésies VII en Œuvre complète I (Beirut, Dar An-Nahar, 1998). La concisión que caracteriza cada pieza se refleja en el conjunto: apenas 141 poemas en Poésies durante el medio siglo que va de 1938 a 1988. Los poemas de juventud, igualmente breves, aparecieron por separado: Étincelles (1928), Rodogune Sinne (1947, escrito en 1929) y L’Écolier sultan (Poésies Zéro, 1950, compuesto en 1928-29). El epíteto de «surrealista» lo acompañó en algunos círculos más allá de estos escritos tempranos claramente marcados por ese movimiento. En 1961, por ejemplo, Aldo Pellegrini (poeta, dramaturgo, ensayista y crítico de arte argentino) integró a Schehadé en su Antología de la poesía surrealista de lengua francesa editada en Buenos Aires (Fabril, 1961), a pesar de que los versos seleccionados procedían todos de las posteriores Poésies.
Se suele comentar la poesía de Schehadé haciendo hincapié en su carácter inefable, en el papel primordial que otorga al sueño y a la infancia, en su pureza, simplicidad, candidez, inocencia, gracia… En 1938, el poeta y crítico francés Léon-Gabriel Gros opinaba: «No adopta otro método que el de los sueños, está totalmente desprovista de contenido racional y a pesar de que no quiere ‘decir nada’ […] ejerce tal encanto […] que las palabras, despojadas de su sentido lógico, adquieren por el arte instintivo de su agrupamiento un significado que las trasciende». Aldo Pellegrini observaba en 1952: «Sus poemas, sin títulos, se suceden en una serie de fluir inmóvil, donde confidencias secretas nos hablan de un orden que no es el común. Revelaciones hechas en voz baja, de modo que quien las oiga las sienta penetrar en su espíritu sin intentar comprenderlas, como cuchicheos en los que se mezclan la voz de la naturaleza con su eco en el hombre». Y para Octavio Paz en 1958: «Nada menos involuntario, nada más riguroso que estos mecanismos verbales, triunfo de una ingeniería simple y refinada; y, simultáneamente, nada menos preciso, nada más vago e indefinible que la sensación poética que crean». Por otra parte, no faltó quien fantaseara sobre su índole «oriental».
Los poemas que integran esta publicación fueron traducidos por Sofía Maffei y forman parte de un volumen que comprende la traducción de veintinueve poemas de Les Poésies. Titulado Poesías, se publicó en 1957 en Carmina, colección creada y animada en Buenos Aires por la autora. Entre 1956 y 1988, Carmina acogió a jóvenes poetas argentinos y a grandes poetas extranjeros en versión castellana: además de Schehadé, Georg Trakl, Ezra Pound, T. S. Eliot, Edith Sitwell, Yves Bonnefoy y Paul Valéry. Se realizaron en su momento dos impresiones: una de 370 ejemplares (250 numerados para los suscriptores) y otra de veinte, en papel Ingres, con un dibujo original del pintor Primaldo Mónaco. Esos números ilustran el carácter prácticamente confidencial y en todo caso hors commerce de Carmina, que nunca se propuso funcionar como editorial y explican lo poco conocido que Poesías (1957) ha permanecido hasta hoy, incluso entre los estudiosos y traductores de Schehadé.
La traducción entera de Sofía Maffei, así como las fuentes de todas las citas dadas aquí, se encuentran en Georges Schehadé y Sofía Maffei, la poesía y el sueño (ed. Fernando Vidal Maffei, Abisinia Editorial, 2025), editado en Buenos Aires y Bogotá. Este libro incluye también dos conferencias inéditas de la autora (una sobre Schehadé, la otra sobre la historia de Carmina); una semblanza de Sofía Maffei; una evocación de Schehadé por el poeta suizo Markus Hediger, que lo frecuentó entre 1979 y 1988; y un catálogo completo de Carmina.
Sofía Maffei nació como Rebeca Tieffenberg en 1908 en la provincia argentina de Entre Ríos. Su padre, farmacéutico, trabajaba en el primer hospital israelita de América del Sur, establecido en una de las colonias judías de la zona. Sus abuelos eran oriundos de Besarabia (en la actual Moldavia), región del Imperio Ruso donde los judíos podían establecerse, pero donde la mayoría vivía en la pobreza y a merced del antisemitismo y los pogromos. De joven, su esposo, el filósofo Francisco Maffei (1903-1975), la llamó «Sofía», nombre que le quedó para siempre, junto con el apelativo de «Madame Maffei» que algún joven admirador le concedió en los años 1930. Falleció en Buenos Aires en 1987.
Carmina surgió por iniciativa de Sofía Maffei a partir de un grupo que se reunía en su casa en torno a la escritura y la traducción poética. Animada por lo que un amigo nombraba su «amor inexpugnable por la Poesía» y otro describía como una inextinguible «ansiedad de la esencial hermosura», Maffei hizo de Carmina su obra perdurable. Renunciando a su propia creación, que destruyó en su casi totalidad, se consagró más a apoyar a los otros que al poetizar propio. El cariño, el rigor y la exigencia con que acompañaba a los autores de Carmina y cuidaba de los textos y de la producción material de los libros reflejan el valor ontológico y la necesidad absoluta que atribuía a la poesía.
Sofía Maffei publicó (en Carmina) dos únicos y brevísimos libros: La Rosa (1971) y el poema A Leonor Vassena (1966). Allí también sacó a luz Los poemas de Abelone (1967): versos, según explicaba en su introducción, inventados por su única hija entre los cuatro y medio y seis años, y editados a fin de «recuperar el inextinguible misterio de esa voz» callada para siempre en 1966 a los 33 años. Schehadé nunca dejó de ser su poeta más amado, el más próximo a su sensibilidad y a su visión poética del mundo. El sueño y la infancia, que le parecían «la clave» del «orbe poético» de Schehadé, resumían para ella el vínculo indestructible del ser con la inocencia primigenia. Ésta, lejos de constituir una escapatoria hacia un pasado imaginario, abría para Sofía Maffei la posibilidad de trascender el mundo, mejorándolo con realizaciones concretas y materializando así aquello que anunciaba el poeta: «El que habita los sueños no muere jamás».
Las versiones de los poemas de Georges Schehadé que ofrecemos a continuación se publicaron por primera vez en Poesías, «Traducción de Mme. Maffei» (Buenos Aires, Carmina, 1957); los originales se encuentran en Les Poésies (Paris, Gallimard, 1952 y ediciones ulteriores). Se trata de la primera versión castellana de Schehadé en forma de libro. Nada indica que Sofía Maffei conociera la traslación de los siete poemas que Aldo Pellegrini había publicado en diciembre de 1952 en A Partir de Cero. Revista de Poesía y Antipoesía (Buenos Aires), y que incluirá, con un poema más, en su ya mencionada Antología de la poesía surrealista de lengua francesa (1961). Schehadé ha sido traducido al castellano, de maneras desconcertantemente distintas, por autores de México, Venezuela, Colombia y Argentina; el primero después de Sofía Maffei fue Octavio Paz, con diez poemas en 1958.
V / V
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Les arbres qui ne voyagent que par leur bruit
Quand le silence est beau de mille oiseaux ensemble
Sont les compagnons vermeils de la vie
Ô poussière savoureuse des hommes
Les saisons passent mais peuvent les revoir
Suivre le soleil à la limite des distances
Puis – comme les anges qui touchent la pierre
Abandonnés aux terres du soir
Et ceux-là qui rêvent sous leurs feuillages
Quand l’oiseau est mûr et laisse ses rayons
Comprendront à cause des grands nuages
Plusieurs fois la mort et plusieurs fois la mer
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De Poésies II (1948)
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Los árboles que sólo viajan con sus ruidos
En el silencio hermoso de mil pájaros juntos
Son los compañeros bermejos de la vida
Oh polvo sabroso de los hombres
Las estaciones pasan pero pueden volver a verles
Seguir el sol hasta el límite de las distancias
Luego – como los ángeles que tocan la piedra
Abandonados a las tierras de la tarde
Y los que sueñan entre sus frondas
Cuando el pájaro está maduro y deja sus ramas
Comprenderán a causa de las grandes nubes
Muchas veces la muerte muchas veces el mar
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De Georges Schehadé y Sofía Maffei, la poesía y el sueño (Abisinia Editorial, 2025)
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VI / VI
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À l’enfant qui court dans une forêt pleine
De sifflets de soie
je dis que je préfère
Celui qui dort dans un jardin de juin
Avec une peine légère
Pour la solitude des images
Et l’aube et les voleurs d’eau
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De Poésies II (1948)
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Al niño que corre en una selva llena
De silbidos de seda
Yo digo que prefiero
Este que duerme en un jardín de junio
Con una pena leve
Por la soledad de las imágenes
Y el alba y los ladrones de agua
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De Georges Schehadé y Sofía Maffei, la poesía y el sueño (Abisinia Editorial, 2025)
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IX / IX
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Ils ne savent pas qu’ils ne vont plus revoir
Les vergers d’exil et les plages familières
Les étoiles qui voyagent avec des jambes de sel
Quand la nuit est triste de plusieurs beautés
Ils oublient qu’ils ne vont plus entendre
Le vent de la grille et le chien des images
L’eau qui dort sur la couleur des pierres
La nuit avec des violons de pluie
Tant de magie pour rien
Si ce n’était ce souvenir d’un autre monde
Avec des oiseaux de chair dans la prairie
Avec des montagnes comme des granges
Ô mon enfance ô ma folie
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De Poésies II (1948)
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No saben que no volverán a ver
Los vergeles de destierro y las playas familiares
Las estrellas que viajan con piernas de sal
Cuando la noche está triste de tanta belleza
Olvidan que ya no escucharán
El viento de la reja y el perro de las imágenes
El agua que duerme sobre el color de las piedras
la noche con violines de lluvia
Tanta magia para nada
Como no sea este recuerdo de otro mundo
Con pájaros de carne en la pradera
Montañas como granjas
Oh infancia mía oh mi locura
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De Georges Schehadé y Sofía Maffei, la poesía y el sueño (Abisinia Editorial, 2025)
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XV / XV
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Si tu es belle comme les Mages de mon pays
Ô mon amour tu n’iras pas pleurer
Les soldats tués et leur ombre qui fuit la mort
– Pour nous la mort est une fleur de la pensée
Il faut rêver aux oiseaux qui voyagent
Entre le jour et la nuit comme une trace
Lorsque le soleil s’éloigne dans les arbres
Et fait de leurs feuillages une autre prairie
Ô mon amour
Nous avons les yeux bleus des prisonniers
Mais notre corps est adoré par les songes
Allongés nous sommes deux ciels dans l’eau
Et la parole est notre seule absence
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De Poésies II (1948)
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Si eres hermosa como los Magos de mi país
Oh amor mío no has de llorar
A los soldados muertos y su sombra que huye de la muerte
– Para nosotros la muerte es una flor del pensamiento
Hay que soñar con los pájaros que viajan
entre el día y la noche como una huella
Cuando el sol se aleja entre los árboles
Y hace de su follaje otra pradera
Oh amor mío
Tenemos los ojos azules de los prisioneros
Mas nuestro cuerpo es adorado por los sueños
Tendidos somos dos cielos en el agua
Y la palabra es nuestra sola ausencia
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De Georges Schehadé y Sofía Maffei, la poesía y el sueño (Abisinia Editorial, 2025)
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XVI / XVI
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Si je dois rencontrer les Aïeux
À l’extrémité d’une terre d’élégie
Là où se perd la parole des puits
Et le vieil élevage des lunes
La nuit fera une seule gerbe de nos ombres
Je rejoindrai l’aiguille et les songes
Et la main de leurs habits
– Allongés dans leurs têtes légères
Sous un arbre imaginé par la vie
Si je dois rencontrer les Aïeux
À l’extrémité d’une terre d’élégie
Menant un enfant de grand sommeil
Au bord des fleuves sans terres
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De Poésies III (1949)
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Si he de volver a hallar a los Abuelos
En el confín de una tierra de elegía
Allá donde se pierde la palabra de los pozos
Y la antigua crianza de las lunas
La noche hará de nuestras sombras una sola gavilla
Volveré a estar con la aguja y con los sueños
Y la mano de sus ropas
– Tendidos en sus cabezas leves
Bajo un árbol imaginado por la vida
Si he de volver a hallar a los Abuelos
En el confín de una tierra de elegía
Conduciendo un niño que tiene mucho sueño
Junto a ríos sin tierras
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De Georges Schehadé y Sofía Maffei, la poesía y el sueño (Abisinia Editorial, 2025)
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