«Grand jeté», un poema de Charlotte Van den Broeck

Charlotte Van den Broeck Grande Jeté

Charlotte Van den Broeck. Fotografía de Koen Broos.

Charlotte Van den Broeck (Turnhout, 1991) es una poeta flamenca, que escribe en ese dialecto derivado del neerlandés. Estudió literatura inglesa y germánica en la Universidad de Gante. Actualmente se encuentra finalizando una maestría multidisciplinar de Arte dramático en el Conservatorio Real de Amberes.

En 2013, con solo 22 años, estuvo en el top 100 del concurso de poesía Turig. Formó parte del Turnhout Collective Dichterbij y de la asociación 10 en el Schaal van Dichter, que en mayo de 2015 lanzó un disco compacto de poesía con ese nombre. En la sección de poesía de Vonk en Zonen, aparece desde el principio con el seudónimo de Lulu Wedekind durante sus presentaciones.

Se dio a conocer con una gira de lecturas poéticas con Saint Amour en 2015, edición en la cual fue considerada como una de sus revelaciones. En septiembre de ese mismo año cerró la trigésima tercera edición de la Noche de poesía en Utrecht. Un año después fue elegida para inaugurar la siguiente edición del mismo evento en la ciudad holandesa.

La poeta hizo su debut literario con Camaleón (2015), calificado entonces como un conjunto de poemas visuales y narrativos. Al año siguiente le fue concedido el Premio Herman de Coninck, por aquel primer poemario.

Van den Broeck ha dado a conocer su producción poética sobre todo a través de los escenarios, ya que se considera una performer. En la representación de sus textos emplea elementos vocales, acústicos, musicales e histriónicos del spoken word.

Su poesía contiene un alto contenido visual y narrativo, que en el caso de Camaleón dan cuenta de las diversas transiciones de una niña a mujer, de la identificación entre el paisaje interior y exterior, de la construcción de la identidad a través de las relaciones familiares, de la comunicación y el descubrimiento del placer de una pareja.

Además, en octubre de 2016 fue la encargada de participar en el acto inaugural del Frankfurter Buchmesse (Feria del libro de Frankfurt), en la que Holanda y Flandes fueron los invitados, representados por el escritor neerlandés Arnon Grunberg y ella. Ambos, pocos meses después, empezaron una especie de columna semanal a cuatro manos en el diario De Standaard, una comunicación epistolar que hace dialogar a las dos regiones a través de ellos y su lengua en común. Juntos, también publicaron Ohne Nabel, texto que contiene el discurso que prepararon para abrir la feria editorial más importante del mundo.

Su segunda colección de poesía, Nachtroer (2017), titulada con el nombre de un minimarket de su barrio en Amberes, fue nominada para el último Premio de poesía de VSB.  Se prevé que a finales de este año este libro se traduzca al francés, inglés y serbio. Mientras que Camaleón será volcado al inglés en 2019.

El poema «Grand jeté» que compartimos a continuación forma parte del libro Camaleón, recientemente publicado en España por editorial De Conatus (con traducción al castellano de Ronald Brouwer). La versión del poema en flamenco o neerlandés  pertenece al mismo libro en su edición original Kameleon (2015), editado paralelamente en Ámsterdam y Amberes por Uitgeverij De Arbeiderspers.

Como complemento a este poema, sugerimos una entrevista que Revista Aullido realizó anteriormente a Charlotte Van den Broeck, durante una visita a Madrid, previa a su presentación en La noche de los libros de este año.


GRAND JETÉ 

Un firme puntapié en la corva, a veces persiste esa sensación
cuando me inclino por encima de ti hacia atrás sin tener que detener

ningún hueso de este blando cuerpo. Mi espina dorsal no se quiebra,
vigoroso tallo de bambú que me induce a inclinarme tanto

que puedo continuar así hasta que vuelves a besar una curvatura
de mis extremidades. Flanco con flanco viramos el uno en el otro,

viramos más allá de nuestros mutuos confines y al final confundo
dónde el cuerpo pasa a ser paisaje. Hasta donde alcanza la vista

hay llanura y detrás de la vista cada uno se abisma en el otro
en la linde de esta elástica vivienda que se llama piel.

Extenso instante en una cajita a través de una mirilla.
Cuando le damos cuerda se reproduce de nuevo:

bailarina con un brazo en alto hace con el otro un cuenco
donde te vuelves líquido. Aquello que creías pasajero

lo mantendremos durante años hasta el punto en que tanto
nos inclinemos tanto nos inclinemos que el bambú se quiebre.


GRAND JETÉ 

Een dwingende schop in de knieholte, zo voelt het soms nog
als ik overje heen buig achterwaarts en ik geen botten

in dit weke lichaam moet tegenhouden. Mijn ruggengraat knapt niet,
weerbarstige bamboestengel die me zo ver doet buigen

dat ik kan blijven buigen tot je opnieuw een kromming
in mijn ledematen kust. Flank aan flank zwenken we in elkaar uit,

zwenken we over elkaars randen heen tot ik niet meer weet
waarlichaam in landschap overgaat. Zover het oog reikt

is er vlakte en voorbij het oog hellen we verderin elkaar over
in de zoom van dit plooibare huis dat huid heet.

Uitgestrekt ogenblik in een doosje door een kijkgat.
Als we het opwinden speelt het zich opnieuw af:

dansend meisje met één arm hoog en de andere maakt een kom
waarin je vloeibaar wordt. Wat je denkt dat overgaat

zullen we jarenlang volhouden tot we zover buigen,
zover buigen en de bamboe knapt.

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