Las Sinsombrero: el gran vacío en la Generación del 27

Escribe| David Marroquí Newell


 

Las SinsombreroHará un par de meses o tres tuve el placer de asistir a unas jornadas feministas organizadas por La tribu de Frida. Por formación e intereses personales lo que más me llamó la atención del cartel de actividades fue la emisión del documental Las Sinsombrero, que trata de completar la Generación del 27 con las mujeres que participaron en este movimiento artístico e intelectual. El interés de hacer este documental por los cineastas Tania BallóSerrana Torres y Manuel Jiménez surgió de una anécdota en un colegio de Málaga cuando una profesora de lengua y literatura se encontraba explicando la Generación del 27. Una alumna, tras recibir la palabra de su maestra, hizo una pregunta clave: «¿no había mujeres en la Generación del 27?». Esta es una pregunta simple, pero al mismo tiempo bastante compleja. Yo me la planteé cuando leí una reseña del libro Beat attitude, una antología de mujeres poetas de la Generación Beat. ¿No tuvimos en la llamada generación de plata de las letras españolas ninguna mujer que destacara a la par de los ya conocidos García Lorca, Alberti, Cernuda, Jorge Guillén, Vicente Alexandrei y compañía?

Como bien nos repetían una y otra vez en la facultad de historia —y no está de más repetirlo las veces que haga falta a ver si a alguien todavía no le ha hecho clickla historia siempre fue escrita por los vencedores y las clases dominantes. Lo que no les interesaba o lo que no les gustase quedaba fuera. La voz de los vencidos, de las clases populares y los esclavos, la voz de los oprimidos, lo que nos ha llegado de ella, son solo un reflejo y la interpretación que de ellos han hecho quienes tienen el control del mensaje. Existen a través de lo que nos han legado, y la cosmovisión de la historia es la que vemos a través de los ojos del dominante. Las mujeres, ni que decir tiene, siempre han formado —y aún nos queda para llegar a la ansiada igualdad— parte del colectivo de los oprimidos. No importa que una mujer tuviera en las sociedades anteriores una importante posición: siempre iba a estar a la sombra de algún varón.

Lo que es curioso es que, a pesar de haber conseguido grandes avances y conquistas sociales en los dos últimos siglos y formar parte, como se suele decir, de la mitad de la población, el estudio histórico de la mujer y la visión de género probablemente ha sido la última en incorporarse a los estudios disciplinares. Se lleva estudiando desde mucho antes la historia de la esclavitud, por ejemplo, que la mujer como sujeto protagonista de la historia. Se podría decir que, una vez acabado con la sociedad esclavista, es más fácil estudiarla y poder hacer estudios críticos sobre ella. Una sociedad esclavista se ve como una sociedad injusta y nociva. Cuando el sistema de valores que sustenta esta sociedad cae, es posible su estudio. Esto es equiparable a nuestro sistema actual. Actualmente tenemos un sistema heteropatriarcal y machista que explica esa omisión de la visión de género y de la mujer en la historia y en cualquier disciplina y el porqué se ha tardado tanto en comenzar a reivindicar los estudios de género y una historia con las mujeres como protagonistas o coprotagonistas, y no son pocos los ataques y las dificultades que se sufren al llevar a cabo esta tarea; las mismas que tendríamos si intentásemos hacer una historia crítica de la esclavitud sin derribar el sistema esclavista. Tanto en la historia como en la filosofía, las letras o las artes, las mujeres han estado en un segundo plano, o simplemente son apartadas por el sistema patriarcal hegemónico.

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(De izquierda a derecha arriba) María Zambrano, Concha Méndez, Maruja Mallo y Marga Gil Roësset. (De izquierda a derecha abajo) Rosa Chacel, Josefina de la Torre, Ernestina de Champourcín y María Teresa León. Fuente

Las Sinsombrero muestra la parte femenina de la Generación del 27, desde poetas y novelistas hasta filósofas y pintoras. Estas mujeres, a cada cual más asombrosa a medida que nos vamos internando en sus historias, son Ernestina de Champourcín (Vitoria 1905 – Madrid 1999 – poeta), que con veintiún años publicó su primer poemario, de una línea intimista. Pasados los noventa años todavía seguía publicando. En 1992 fue candidata al premio Príncipe de Asturias; María Teresa León (Logroño 1903 – Madrid 1988 – escritora), primera española en conseguir un doctorado en Filosofía y Letras. Durante la Guerra Civil fue secretaria de la Alianza de Escritores Antifascistas. Participó de forma activa en la salvación de las obras del Museo del Prado; Concha Méndez (Madrid 1898 – México 1986 – poeta y editora), además de su carrera como poeta y autora teatral, mantuvo una intensa actividad editorial, incluso en el exilio; Maruja Mallo (Lugo 1902 – Madrid 1995 – pintora), su pintura siempre tuvo una influencia claramente surrealista, teniendo la oportunidad de relacionarse con otros maestros de la época en sus viajes a París; María Zambrano (Vélez-Málaga 1904 – Madrid 1991 – filósofa), fue de las pocas mujeres plenamente reconocidas por la intelectualidad española después de la dictadura. Recibió eñ premio Príncipe de Asturias (en 1981) y el Cervantes (en 1989); Rosa Chacel (Valladolid 1898 – Madrid 1994 – novelista), principal novelista de esa generación, una de las autoras más importantes de la cultura literaria española; Josefina de la Torre (Las Palmas de Gran Canaria 1907 – Madrid 2002 – escritora, poeta y actriz), aunque más conocida como actriz, es considerada por muchos una de las poetas más destacadas de su generación; Marga Gil Roësset (Madrid 1908 – Madrid 1932 – escultora e ilustradora), a los veinticuatro años ya empezaba a ser conocida como escultora e ilustradora, nacional e internacionalmente. Los motivos de su suicidio permanecieron ocultos (destruyó gran parte de su obra antes de quitarse la vida) y actualmente sigue siendo una artista olvidada.

Por cuestión de formato tan solo se tratan durante el documental a ocho mujeres con representación en los diferentes campos, pero había muchas más. Para este año se tiene previsto sacar un libro que las tratará más en profundidad y espero que podamos hacernos con un ejemplar pronto para poder reseñarlo en esta revista.

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Hombres y mujeres de la Generación del 27. Fuente

Aquella maestra de secundaria no supo responder a la pregunta de su alumna, como la mayoría de los profesores y profesoras, como la mayoría de la población, pero investigó y dio con la respuesta, de la que nacería este documental. La respuesta era sí, había mujeres que formaron parte de la Generación del 27, y no pocas. El motivo de su exclusión de la historia, de los libros de textos, de la enseñanza y de la literatura no es por su calidad artística, sino por todo lo expuesto anteriormente, ya que, como se puede ver en el documental, formaban parte activa de la vida social y su calidad estaba a la par de sus compañeros masculinos. Hoy día siguen sin aparecer en los libros de texto donde, como dicen al comienzo de Las Sinsombrero, se pueden encontrar desde la edad media doscientos autores masculinos frente a cuatro autoras femeninas. Falta parte de la foto. La historia no está completa sin ellas.

Las Sinsombrero fue emitido el año pasado por TVE y aquí, en esta revista, nos complacemos de rescatarlo para vuestro deleite, conocimiento y para reivindicar, y más aún un día como el de hoy, la memoria de las artistas olvidadas, de las mujeres que, a pesar de su trabajo, esfuerzo y gran calidad artística, fueron enterradas en el olvido por el simple hecho de ser mujeres.


Las Sinsombrero (las mujeres de la Generación del 27)

 

2 comentario en “Las Sinsombrero: el gran vacío en la Generación del 27”

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