Muestra poética de María Limón

María Limón (Sevilla, 2000) es graduada en Filología Hispánica por la Universidad de Sevilla, España. En la actualidad se encuentra cursando el Máster de Literatura Hispanoamericana en la Universidad Complutense de Madrid. Sus poemas han aparecido en distintas revistas como Casapaís, Zéjel o Caracol nocturno y antologías como Gota (Bandaàparte, 2021) o Cuando dejó de llover (Slooper, 2021). Ha sido finalista de la IX edición del certamen Ucopoética.

Traemos hoy una pequeña muestra de la poesía de María Limón que, aún siendo una poeta sin obra publicada, sus textos han tenido un amplio movimiento durante el último año. La muestra de poemas que tenemos hoy entre manos es de una poética que alude al cuerpo como un espacio bidimensional complementario entre la repugnancia y lo sagrado, formando una misma naturaleza intrínseca e indisoluble. Ese juego da un especial atractivo a los poemas, que hace enfrentar palabras de sensaciones contrapuestas, creando una imagen contradictoria en los lectores y lectoras que encontrarán en lo desagradable, el toque de una naturaleza divina.

Otra de las cuestiones que llama la atención de la poesía de María Limón es el tratamiento de las figuras paternas y maternas, tratadas como figuras de autoridad pero que son dotadas de una gran debilidad, sensibilidad y vulnerabilidad. No podemos dejar de verlas en sus poemas con una mirada infantil, mirando hacia arriba, a veces como quien mira a Dios; pero de repente caen y se transforman en humanos de golpe, expuestos, vulnerables. Convierte al adulto en un huérfano, porque un huérfano es un adulto, tal vez porque el adulto ya no tiene que mirar hacia arriba, hacia su protector ya caído, y el huérfano no tiene a quién mirar desde abajo.


[symple_toggle title=»La espalda arqueada…» state=»closed»]

La espalda arqueada
ante el peso de un ramo de dalias
que hace tiempo
dejaron de estar frescas.
Ni los niños
son capaces de aguantar
la carga que supone
una naturaleza muerta.

En la revista Caracol Nocturno (primer número) y las antologías Cuando dejó de llover (Sloper, 2021) y Gota (Bandaàparte, 2021)[/symple_toggle]

[symple_toggle title=»Hay quien se acerca a Dios…» state=»closed»]

Hay quien se acerca a Dios
cada mañana.
Bajito, aun cuando todos duermen,
gotea se abre convulsiona
ante la taza del váter.
Es un rezo personificado:
la contemplación de la bilis
no es más que un acto de fe.

En la revista Casapaís (primer número)[/symple_toggle]

[symple_toggle title=»Cada mañana aplico aloe vera…» state=»closed»]

Cada mañana aplico aloe vera
hasta que la superficie queda rugosa
la hinchazón desparece
y se revela lo quemado.
Entonces quito la piel,
observo la que nace
y pienso en mi madre.
En su voz que me dice
lo llevas todo al límite

y sigo tirando.

En la antología Gota (Bandaàparte, 2021)[/symple_toggle]

[symple_toggle title=»Se levantan, seguros y gloriosos…» state=»closed»]

Se levantan, seguros y gloriosos,
en sus bocas no hay lugar para la duda.
Utilizan términos como
patria, familia, honra.
Los envidio;
desconozco todo concepto en su práctica
soy huérfana de mí misma.

En la antología Gota (Bandaàparte, 2021)[/symple_toggle]

[symple_toggle title=»Mi madre solía…» state=»closed»]

Mi madre solía
tumbarse en la alfombra del
despacho de su padre.
A los veinte,
treinta, cuarenta,
pasaba horas hablando
por teléfono.
Recuerda estar en el suelo
escuchando un pésame
y no entiende qué hacía
por qué nadie iba
y la obligaba a levantarse,
a ser una mujer adulta
a enseñar a los niños
que llorar no es
un acto que se comparta.

Mi madre dice
he sido una niña
casi toda mi vida.

Orfandad y adultez
son la misma palabra.

En la revista Casapaís (primer número)[/symple_toggle]

[symple_toggle title=»Nunca hablabas sobre tu padre…» state=»closed»]

Nunca hablabas sobre tu padre
ni contabas anécdotas.
Una vez dijiste que te reñía
cuando llorabas.
Quería que crecieras
demasiado rápido.
Tu padre tenía miedo de morir
y que nadie te enseñara
a ser un hombre.

En la revista Casapaís (primer número)[/symple_toggle]

[symple_toggle title=»Conozco el miedo…» state=»closed»]

Conozco el miedo
porque entiendo lo que implica
tener un legado.
Cuando siento que mi dedo se mueve más lento
pienso en cada uno de los huesos de mi padre
rompiéndose.

En la revista Casapaís (primer número) [/symple_toggle]

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *