Escribe | Martín Corona Alarcón

Malpaso Ediciones (2025)
Número de páginas: 146
ISBN: 978-607-8650-14-9
Autora: Malú Huacuja del Toro
Idioma original: Castellano

Las redes sociales nos regalan más pornografía en lo político que en el goce ficticio de los cuerpos. Días atrás publicaron el video del nacimiento de la segunda hija de un importante personaje de la política en México: la esposa perfectamente maquillada, sin una gota de sudor, es mostrada mientras pare como si recibieran a la nueva muñeca de moda. El «trabajo de parto» que recrea el video parece más una pose de modelaje para un video de Tik Tok. La veracidad de un nacimiento como ese es muy cuestionable, pero nada más cuestionable que el objetivo de convertirlo en un video de tres minutos y subirlo a las redes.

¿Cuál es la función concreta de ese absurdo? ¿Validar que no es un proyecto de imagen política y empresarial, o hacerle creer a todos que una top model perfecta es capaz de tener hijos sin convertirse en una humana cualquiera, que grita, que gime y sufre? ¿Cuáles son las razones, los motivos, la profunda motivación de tener hijos para esta nueva clase de poderosos? Eso no podemos ni siquiera imaginarlo; tal vez en la desganada frase del padre: «es una niña», podamos desentrañar ese ritual machista de «buscar el varón», pero echa luz en algo muy simple y básico, la mera repetición de aquello que el poder masculino impuso hace mucho tiempo. Y la duda no sólo se abre para esta aristocracia creada en complicidad de la burguesía, esta pléyade de políticos cuyo poder se debe a los mitos y credos generados a través del silencio, la promoción y el apoyo de los medios durante el siglo XX. Esta interrogante es para cada una y cada uno, de nosotras y nosotros: ¿qué demonios tenían en la cabeza, en el corazón y en la voluntad (o sin ella) nuestros progenitores al traernos a este mundo? Y cuando digo «mundo» me refiero a la vida pospandemia, a una realidad sin empleos decentes, con comida falsa y poquísimas alternativas de vida digna para millones y millones de seres.

El libro más reciente de Malú Huacuja del Toro: Las razones menos pensadas (Malpaso Ediciones, 2025), nos invita a un viaje al futuro, una novela de ciencia ficción fincada en la ciencia política y las ciencias humanas como la historia y la sociología. Si quieres viajes espaciales y mundos tecnologizados, busca la misma novela de SCI-FI vuelta a redactar en las mesas de novedades, porque en este libro hallarás reflexiones profundas para las realidades socio políticas de las decisiones que se están tomando en estos momentos. Sin embargo, la visión de futuro que nos ofrece la autora es optimista; la humanidad ha pasado una temporada de fanatismos políticos, de consecuencias ambientales y entendió algunas lecciones. Los jóvenes del futuro están construidos de otra materia, al menos los que nos retrata como protagonistas. Las artes, la cultura y las expresiones humanas siguen siendo vigentes y las apps se quedaron como hoy: una promesa de mejoría que sólo va aniquilando los rasgos básicos de nuestra humanidad.

Malú Huacuja del Toro apuesta con profunda preocupación y responsabilidad por realidades habitables y vínculos claros y amables entre las personas. El mundo distópico que nos ofrece tiene asideros amorosos y amables en las actitudes y búsquedas de personajes que son capaces de autocrítica, de ser ellos mismos y entender los móviles de un pasado de mierda al cual no pretenden volver.

Quizá una de las características más singulares de esta novela es la sencillez, con la que la autora va mostrando la creación de mitos cotidianos. Su postura crítica respecto de la política retrata en sus libros el manejo ideológico de las masas, la manipulación manifiesta de un pequeño grupo que busca el poder y/o enquistarse en él. Además de retratarlos de maneras tan descarnadas que no nos queda más que reírnos no de ellos y sus excesos, sino de nosotros mismos y nuestra fe en figurillas de cartón, para ejemplo la siguiente frase: «A partir de lo cual se acepta tácitamente, casi por decreto, que lo que todos vamos a acatar, pase lo que pase, es que el peor individuo nos gobierne y que ya no vamos a matarnos los unos a los otros por ello».

Cuando las noticias llegan a nuestra pantalla somos incapaces de entender sus consecuencias a mediano y largo plazo, pero la maravilla de este libro es que nos lleva de la mano —con cierta molestia a ratos— a ver las posibles consecuencias de nuestros silencios y complicidades por omisión. Mientras tanto, leemos cómo los personajes que crean y deforman las realidades del futuro tienen motivaciones a menudo tan atroces como normalizadas.

Tal vez lo que más me gustó de Las razones menos pensadas es su optimismo. Sí, en el fondo Malú Huacuja del Toro cree en la humanidad, quizá por ello lucha cotidianamente al lado de colectivos feministas, de despojados, de gente como tú, como yo y como ella que no usamos nuestro pequeño privilegio para ver cómo obtener más y más poder o recursos. Sus personajes tienen precio, juegan a ganar y perder, pero al final susprotagonistas nos dan una lección de esa esperanza que tanto necesitamos en este momento. Durante sus 140 páginas transitamos del chisme político convertido en materia literaria, a la reflexión lingüística, sociológica y ética, dejando clara al final una postura: no volveremos a cometer los mismos estúpidos errores que nos dejaron donde hoy tenemos tan poco.

La escritora sabe que el amor es el motor de nuestra existencia, una vacuna contra la avaricia desmedida y el hueco en el alma que no se llena con poder ni recursos. No es necesaria una historia de romance, ni las pasiones más truculentas; basta con buena crianza, escucha amorosa, comprensión profunda del otro y vínculos sanos mucho más allá de los mitos de género y la monogamia forzada. Su versión del mundo futuro no se detiene en las identidades género o los modelos relacionales, abre posibilidades a una diversidad relacional basada en el cariño, el amor, el cuidado y la comprensión. Un escenario que no es sólo telón de fondo, sino que se vuelve parte de entender las motivaciones profundas de los personajes, su fe en realidades aún más justas y amables para todos.

La discusión entre obra y autor es hoy un tema recurrente, se ha vuelto un tópico complejo y lleno de aristas. Esto se debe a que las redes nos han permitido desvelar la naturaleza de muchísimos personajes encumbrados por la publicidad del poder. Para nadie es novedad que ciertos autores pagan amanuenses que realizan su trabajo, desde la investigación hasta la corrección final, hoy basta con leer sus posts en Facebook o acudir mediante alguna plataforma a uno de sus talleres para descubrir sus ardides, claro con un poco de cabeza fría. A diferencia de ello, podemos ver ecos del universo de Las razones menos pensadas en la redacción, los temas y su tratamiento cotidiano en las redes sociales de la autora. Sin duda el trabajo creativo se expande por diversidad de espacios que, con un poco de esfuerzo, nos ayudarán a ampliar las ideas y visiones que comparte en la novela.

En Las razones menos pensadas vemos de pronto la estructura de la novela de detectives que nos ofreció en Todo es personal; nos va preparando para una sorpresa que, en otro momento de la historia, parecería hasta simple. Sin embargo, para una realidad tan atrozmente hipnotizada por las redes sociales y su control por parte de los poderosos resulta un respiro de humanidad. Agradezco siempre que novelas divertidas y valientes lleguen hasta nosotros. En un imperio de los mismos juegos narrativos, las mismas tramas con los mismos enfoques, el trabajo de Malú Huacuja del Toro nos da esperanza en la literatura como una forma no sólo de arte, sino de posicionarnos en el mundo.

No es sencillo reinterpretar la avalancha cotidiana de publicidad disfrazada de información, desvelar los motivos profundos de videos, notas, entrevistas y declaraciones políticas en la era de la posverdad. Y aquí el valor de esta novela, pues nos permite mirar desde otro lado esta alienación cotidiana, regalándonos un respiro, un camino por donde transitar hacia maneras más humanas y personales; porque al final por pequeña que parezca una decisión puede construir y destruir realidades completas, de ahí la importancia de pensar y repensar esas «razones».