Seis «Poemas de amor» de Darío Jaramillo Agudelo

 

Darío Jaramillo Agudelo

El escritor colombiano Darío Jaramillo Agudelo.

 

Darío Jaramillo Agudelo (Santa Rosa de los osos, Antioquia, 1947) es un poeta, novelista y ensayista colombiano, considerado el principal renovador de la poesía amorosa en Colombia, al mismo tiempo que uno de los autores más destacados en diversos géneros durante el último medio siglo en su país.

Durante su niñez y adolescencia vivió en Medellín y posteriormente se trasladó a Bogotá, donde se graduó como abogado y economista en la Universidad Javeriana.  Paralelamente en esa época aparecieron sus primeros poemas en una antología colectiva titulada Ohhh, que reunía el trabajo poético de jóvenes autores conocidos con el nombre de «Generación sin nombre».

Entre 1985 y 2007, se desempeñó como gestor cultural en el Banco de la República y fue miembro de los consejos de redacción de la revista Golpe de Dados y de la fundación particular Simón y Lola Guberek.

Ha publicado los libros de poesía Historias (1974), Tratado de retórica (1978), Poemas de amor (1986), 77 poemas (1987), Del ojo a la lengua (1995), 127 poemas (2000), Cantar por cantar (2001), Libros de poemas (2003), Gatos (2005), Cuadernos de música (2008), Sólo el azar (2011), El cuerpo y otra cosa (2016).

Además, el conjunto de su trabajo poético se ha recogido en las recopilaciones Antología poética (1991), Cuánto silencio debadjo de esta luna (1992), Razones del ausente (1998), Aunque es de noche (2000), Del amor, del olvido (2009), Basta cerrar los ojos (2015), Poesía selecta (2018).

Incursionó en la narrativa con La muerte de Alec (1983). En 1995 publicó Cartas cruzadas, su segunda novela, y con la que obtuvo mayor reconocimiento internacional al ser finalista del Premio Rómulo Gallegos.  El texto estructurado en su mayoría en el subgénero epistolar, se sitúa en la década del setenta y ochenta en Colombia, durante la época de mayor «violencia» que vivía ese país, debido a los conflictos internos por el narcotráfico. Está considerada como una de las mejores novelas escritas sobre ese período.

Posteriormente, aparecieron las novelas Memorias de un hombre feliz (2000), El juego del alfiler (2002), Novela con fantasma (2004), La voz interior (2006) e Historia de Simona (2011). Buena parte de su obra poética y narrativa está publicada en España por editorial Pre-textos.

En 2012 fue el editor y prologuista de Antología de la crónica latinoamericana actual, volumen que recopila varios de los mejores textos de cronistas del continente americano escritos en los primeros años del siglo XXI. Previamente, como compilador, ya tenía una dilatada trayectoria con trabajos como La nueva historia de Colombia (1976), Sentimentario, Antología de la poesía amorosa y erótica de Colombia (1985), Antología de lecturas amenas (1988) y Poemáquinas (1992).

Dentro de su bibliografía, también ha aportado al ensayo con Poesía en la canción popular latinoamericana (2008) y Diccionadario (2014).

Entre los reconocimientos que se le han otorgado constan el Premio Nacional de Poesía Eduardo Cote Lamus (1978), el Premio de Novela Corta José María de Pereda (2010), el Premio Nacional de Poesía (2017) y el Premio Internacional de poesía Federico García Lorca.

El escritor mexicano Vicente Quirarte en la nota introductoria a una de las recopilaciones hechas en base a la obra de Jaramillo Agudelo afirma que «Debajo de su poesía de aparente sencillez, palpita el deber moral y estético de quien se arriesga a titular a una recolección de sus textos Libros de poemas o atreve la peligrosa y difícil definición de Poemas de amor». Más adelante cita al poeta antes de continuar «“¿Para qué las palabras si es posible el silencio?”. Alguien que formula semejante declaración de fe tiene la obligación de afinar las palabras en el esmeril siempre renovado del mundo. Que den todo de sí para volver a su origen».

Justamente, ante el desafío de volver a su origen y de interrogarse cuál es, dotando de un sentido singularmente reflexivo a las acciones y cosas más esenciales que nos rodean, fueron escritos estos textos que pertenecen originalmente al libro Poemas de amor (1986). Se pueden leer desplegando el enlace a continuación.

……………………………..2

Podría perfectamente suprimirte de mi vida,
no contestar tus llamadas, no abrirte la puerta de la casa,
no pensarte, no desearte,
no buscarte en ningún lugar común y no volver a verte,
circular por calles por donde sé que no pasas,
eliminar de mi memoria cada instante que hemos compartido,
cada recuerdo de tu recuerdo,
olvidar tu cara hasta ser capaz de no reconocerte,
responder con evasivas cuando me pregunten por ti
y hacer como si no hubieras existido nunca.
Pero te amo.


……………………………..3

Yo huelo a ti.
Me persigue tu olor, me persigue y me posee.
No es este olor un perfume sobrepuesto sobre ti,
no es el aroma que llevas como una prenda más:
es tu olor más esencial, tu halo único.
Y cuando, ausente, mi vacío te convoca,
una ráfaga de ese aliento me llega del lugar más tierno de la noche.
Yo huelo a ti
y tu olor me impregna después de estar juntos en el lecho,
y ese fino aroma me alimenta,
y ese aliento esencial me sustituye.
Yo huelo a ti.


……………………………..4

Algún día te escribiré un poema que no mencione el aire ni la noche;
un poema que omita los nombres de las flores, que no tenga jazmines o magnolias.
Algún día te escribiré un poema sin pájaros ni fuentes, un poema que eluda el mar
y que no mire a las estrellas.
Algún día te escribiré un poema que se limite a pasar los dedos por tu piel
y que convierta en palabras tu mirada.
Sin comparaciones, sin metáforas, algún día escribiré un poema que huela a ti,
un poema con el ritmo de tus pulsaciones, con la intensidad estrujada de tu abrazo.
Algún día te escribiré un poema, el canto de mi dicha.


……………………………..6

Tu voz por el teléfono tan cerca y nosotros tan distantes,
tu voz, amor, al otro lado de la línea y yo aquí solo, sin ti, al otro lado de la luna,
tu voz por el teléfono tan cerca, apaciguándome, y tan lejos tú de mí, tan lejos,
tu voz que repasa las tareas conjuntas,
o que menciona un número mágico,
que por encima de la alharaca del mundo me habla para decir en lenguaje cifrado que me amas.
Tu voz aquí, a lo lejos, que le da sentido a todo,
tu voz que es la música de mi alma,
tu voz, sonido del agua, conjuro, encantamiento.


……………………………..8

Tu lengua, tu sabia lengua que inventa mi piel,
tu lengua de fuego que me incendia,
tu lengua que crea el instante de demencia, el delirio del cuerpo enamorado,
tu lengua, látigo sagrado, brasa dulce,
invocación de los incendios que me saca de mí, que me transforma,
tu lengua de carne sin pudores,
tu lengua de entrega que me demanda todo, tu muy mía lengua,
tu bella lengua que electriza mis labios, que vuelve tuyo mi cuerpo por ti purificado,
tu lengua que me explora y me descubre,
tu hermosa lengua que también sabe decir que me ama.


……………………………..13

Primero está la soledad.
En las entrañas y en el centro del alma:
ésta es la esencia, el dato básico, la única certeza;
que solamente tu respiración te acompaña,
que siempre bailarás con tu sombra,
que esa tiniebla eres tú.
Tu corazón, ese fruto perplejo, no tiene que agriarse con tu sino solitario;
déjalo esperar sin esperanza
que el amor es un regalo que algún día llega por sí solo.
Pero primero está la soledad,
y tú estás solo,
tú estás solo con tu pecado original -contigo mismo-.
Acaso una noche, a las nueve,
aparece el amor y todo estalla y algo se ilumina dentro de ti,
y te vuelves otro, menos amargo, más dichoso;
pero no olvides, especialmente entonces,
cuando llegue el amor y te calcine,
que primero y siempre está tu soledad
y luego nada
y después, si ha de llegar, está el amor.

De Poemas de amor (1986). 

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