Una muestra de «Lo que fue ciudad» y un inédito de Liyanis González Padrón
Liyanis González Padrón (Pinar del Río, 1971). Poeta, profesora de Literatura y examinadora académica para la Organización del Bachillerato Internacional, Cardiff, Reino Unido.
Es autora de los libros de poesía Estaciones de sombra (2005), Cofre de alquimias (2008), Cambios de nombre (2012), Papeles nocturnos (2016), Bajo la dulce agonía de la piedra (2019), O que foi cidade. Antología bilingüe español-portugués (2022), Corpi Assenti. Edición bilingüe español-italiano (2024) y Fluctuaciones de la luz (2025). En narrativa colaboró con el libro de crónicas fotográficas Mujer, todos somos una (2017), publicación patrocinada por ACNUR en España.
Ha participado en diversos eventos internacionales, por mencionar algunos: Poesía en Paralelo Cero en Ecuador; Encuentro Internacional Pájaros errantes en Chile; Jornadas Pellicerianas en México; Festival International de Poesía de Marrakech en Marruecos; Parole Spalancate en Italia y en Ferias Internacionales del Libro en Colombia, Ecuador y Cuba. Parte de su obra poética ha sido traducida a cinco idiomas y está incluida en antologías de Chile, Ecuador, España, Perú y Estados Unidos.
Recibió el nombramiento de la Sociedad Honoraria Hispánica Sigma Delta Pi en el Capítulo Nacional de EE.UU. y de la American Association of Teachers of Spanish and Portuguese (2025). Actualmente es miembro del equipo organizador del Encuentro Internacional de Poesía Verso a Verso en Portugal.
A continuación, compartimos con vosotros una muestra panorámica de la obra poética de la autora cubana Liyanis González Padrón, recogida en la antología O que foi cidade —Lo que fue ciudad— (2022). Adicionalmente, se incluye el texto «Aves sin retorno» que pertenece al material inédito de la poeta.
Celebración
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Sueñas
que despiertas en otra ciudad
Registras la madrugada
sin que nada impida tu desvelo
Sueñas que tienes una patria
que alguien se alegra por ti
por tu semblante
por tu acento
por tu corazón limpio
tu prudencia
Repites tu nombre
con un vértigo de murciélago
como quien va a colgarse
antes de morir
y besas con veneración la cruz
que te regaló el abuelo
Haces lo que nunca, jamás
y casi siempre has hecho
– sueñas la ciudad en que te sueñas –
Es una ciudad carnívora
aúlla dentro de la casa
Sabes que sueñas lo que sueñas
para que no te rodee con sus garras
otra ciudad
que despierte
y celebre
el mismo sueño antes que tú
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De O que foi cidade (2022)
Un blues para el otoño
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Hay un silencio grande
He despertado
y estoy frente a una puerta
Voy a tientas por la casa
Hablo con la casa
mientras descubro
el oscuro espacio
donde abro otra puerta
El silencio es grande
y es sordo
Sobre el sofá un disco de Ma Rainey
es un espectro que me acecha
He puesto el tocadiscos,
la aguja gira sobre Run away blues
Estoy sola
y está sola la casa
Escucho a Ma Rainey
Escucho a Ma Rainey
Afuera, el viento anuncia
el devenir de un cambio de estación
bajo un farol moribundo
He cerrado las puertas
Aunque el sol brille en la mañana
con ese blues
se quedará el otoño
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De O que foi cidade (2022)
Contra todo pronóstico
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. El aire escogido es como un hacha
. para la carne de nuestras maderas
. y el colibrí las traspasa.
. José Lezama Lima
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Ser cubano es llevar a cuestas una isla
Más allá de los despojos
puñados de piedra
. calor
. hambre
. locura
llevamos la noche en los huesos
Somos la herencia de la soledad y del fuego
La algarabía del mar
que recorre los cantos
sin simulacros de estirpe en decadencia
Sobrevivientes de quienes nos dieron un nombre
de los que creyeron que Cuba era un planeta
¿Cómo mantener sin romper los cristales
el dulce sueño sobre la mísera corteza?
Sobre el ruido de palabras que ensordecen
juzgan otros
con sus manos deformes
pequeñísimas cargas de alas ciegas
¿Cuánto pagar de sobrevida?
Contra todo pronóstico
ajenos al nombre que nos dieron,
la isla sangra
Aún la llevamos a cuestas
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De O que foi cidade (2022)
Jeroglíficas
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A veces
yo miro las palabras
y les pido que escriban lo posible
por ejemplo
la vida de un hombre
que se queda sentado
hasta su muerte
con una muchacha altiva
entre sus piernas
Entonces
las palabras me miran
y en su hambre animal
de territorios
en la agobiante fe de mi utopía
liberan sus cuervos
que sin un sólo graznido
con los ojos puntiagudos
rasgan la blanda pena de mis asnos
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De O que foi cidade (2022)
Vierte, luz
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Vierte, luz
tu claridad en mi respuesta
Que la salvación exista
que me celebre
como celebra mi sangre
Que tiriten mis uñas
en tu vientre
tus costillas
Que el silencio me agite
en su nombre embriagado
Afuera el sol enfermo
oculta sus frutos
sus insectos
y gusanos
Le invaden la malicia
y la maleza
Yo prefiero mis nostalgias
el canto de los mirlos
Vierte, noche
y desata la fuga de mis ojos
furia de mis muertos
Aún conozco el mediodía
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De O que foi cidade (2022)
Hoy es noche para morir
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Hoy es noche para morir,
quedarse en vela por las plazas
Ver pasar los ojos ciegos
de los otros
en sus caminos anegados
Merodear las miserias
como ciudad ajena que nos mira
Hoy es tiempo para encerrarse en el azoro,
arrastrar ventanas o fantasmas
liquidar el pan, el grito, las heridas
Palpar la espesura de los árboles
—el fulgor de ceniza en sus adentros—
Hoy es noche para morir,
calaré su brisa agonizante
La oscuridad permanecerá
como vientre afilado
en este frío sol que me padece
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De O que foi cidade (2022)
En nombre de un poeta
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Un animal anda suelto
en el inmenso torrente de las noches
en su mirada
todos los relámpagos
en su saliva
el hedor que se vierte entre las bestias
un desfile de espantos
revela sus oquedades
El animal canta
usurpa el nombre de un poeta
como germen de la luna en otros tiempos
su voz asoma a medio siglo
para parir un verso
mientras sigue avivando sus reclamos
El animal se multiplica
en su monstruosa lengua
deforme
perturbadora lengua
bulle aquel crimen cometido
El paraíso promisorio
de sus muertos
ha de sobrevivirle al mal de su locura
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De O que foi cidade (2022)
Aves sin retorno
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Una ventana enmarcada
me han dado para mirar el mundo
en ella, sin embargo,
pocas aves dejan su paso
como la noción del fuego
como la rotación de las estrellas
Parece que dibujan un halo
de ceniza en el aire,
ninguna de ellas
vuelve a mirar mi ventana
como instrumento de retorno
Entonces, comprendo
que yo soy la ventana,
y tú, las aves que se llevan
mis oscuros secretos, como palabras
perdidas, una y otra vez…
sobre el horizonte
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Inédito