Black Metal, de David Fishkind: « Domingo II »
Domingo II
Cuando voy conduciendo y convencido
de que he visto un alce pero era un ciervo
me da un vuelco el corazón.
Hay una luna naranja.
Una esfera de pizarra
explora la ciudad:
En blancas habitaciones de hospitalidad
el ratón apareció chocante solo
porque su cuerpo
medía la mitad
de lo que parecía cada vez
que me volvía hacia él.
La radio emitía sonidos:
black metal.
Un tren silbó.
Alemania contempló su nuevo día.
Y cuando se arrastró
bajo el radiador
como el uranio
tenía una vida media casi eterna.