Black Metal, de David Fishkind

David Fishkind photo by Adam TetzloffDavid Fishkind, autor de Black Metal, es un joven poeta y narrador nacido en 1990 en la ciudad de Worcester (Massachusetts). Estudió Inglés y Escritura creativa en la Universidad de Nueva York. Ha publicado textos en internet, en revistas literarias y en autoediciones. Puedes visitar su blog pinchando aquí.

A lo largo de los siguientes días publicaremos la traducción de los poemas que constituyen su pequeño libro Black Metal. La traducción de los textos corre a cargo de J. M. Romero.

BLACK METAL

Viernes

Una masa gris se asienta
en la esquina del jardín.

Expira sin la forma
o contenido de un año.
Una hormiga sale volando de mi pierna.

De la ventana contigua
el ensayo de trompetas;
Echo de menos el río.

El jardín—
tres por tres pies de vides,
hortensias y una pala—
tal vez lo compensa.
Mis pantalones en la silla
incorregible.

Nicole viaja en un tren
porque la espero.

Sábado

En la lavandería puedes conseguir un mp3
en una de esas máquinas con gancho.

Mamá llamó para decir que C— tiene cáncer.

Alguien hablaba de tirar de una patada
a alguien de su bici.

A veces
pienso en conducir
por la Alemania del sur bajo la nieve.

Ha llovido esta mañana.

Una ventana estaba abierta
y la olla vaporera se mojó.

Pero el sol es una especie de doctor completamente nueva;
volvió—se marcha ahora de nuevo.

Cuando observé cómo nevaba sobre los caballos,
no pensaba tanto en los caballos
como en lo adecuado de la imagen.

Domingo

El puente discurría por encima del estanque
y a lo largo
de un estrecho sendero a la autopista.

Entonces cegaron el estanque
y construyeron una inmensa esfera de pizarra.

Se alzó. Cuerpo oscuro contra la amarilla luz.
El humo danzó indolentemente
contoneándose, con los brazos abiertos.
Y el viento al fin se lo llevó.

Los crepúsculos eran más brillantes
—violentos— los ojos se hinchaban;
las moradas mejillas se expandían.

Un hombre de franela gris recibe una llamada.
Escucha la otra voz,
que no le suena a la suya en absoluto.

Se acerca a un armario y abre una botella,
decanta el contenido pálido
y lo deja reposar en una mesa.

Lo deja reposar por mucho tiempo.

Lunes

El sol derrama sobre la montaña
pequeñas estaciones de Juicio Final.
La nieve hace tambalearse a un pájaro
contra la luz está pidiendo una pasa.

Cuando me hago a la pala
fuera del jardín comienzo
un nuevo régimen de dar o quitar
a las estaciones.

El pájaro negro está posado en mi bota;
Nicole se acurrucó en las sábanas húmedas.

El sol va a la deriva
más allá del cielo existen límites.
Una uva pasó junto a una mano.

Una uva pasó.
Y estoy familiarizado con la nieve
junto a las hojas, allí estará.
La pala en el jardín no es gris.
Una vez más otro presagio
Yo también me quedaré en la cama.

Martes

La gasolinera está llena de fanta.
Llevo un sombrero
para ocultar todas las certezas que conozco.

Junto a los surtidores escucho los sonidos.
El rayo mece en sus rodillas
mi joven corazón.

agarro la fanta, pero no me preocupo
de este abrazo hay algo que necesitaba-
el abrazo de Mamá.

Cuando cayó la lluvia
no como gotas sino como una cortina
vi paralizado escrito
con una S.

Era otra certeza
que no necesitaba.
Y después otra cuando el tío salió
dijo algo

que no pude escuchar por encima del sonido.

Miércoles

Las cenizas de Abby están en una lata
sobre la mesa de la cocina

hay bombones de Papá para Mamá.

En el centro de la ciudad
una señal advertía de la sequía:
había restricciones para el baño;
el jardín se arrugó.

Alguien que hablaba
parecía un cenobita

sin nombre ni linaje.

Los limeros de Alemania tienen hojas insulsas,

un cardenal pardo rechaza al parásito
en que puramente me he convertido.

Las tiendas venden relojes
y siluetas
de cada miembro de los Cervidae

eternamente plegados en la Historia.

Jueves

Antes del black metal aún había
tapicería azul en los hogares.

La próxima vez que abra una puerta
el hombre podría encontrarse con un pretexto
o desnudo y confuso

tanteando un coche cerrado.

Se ha golpeado en la cara
en la puerta de la ducha hay una marca.

La esfera de pizarra empieza
a gustarme
escribe el hombre sentado a su escritorio en la ciudad.

Pero aun así, sabe o no sabe que los hogares
están o no están llenos de diagnósticos
sin pretextos ni revelaciones sangrientas.

Hay canciones, que él desearía
que desaparecieran, en habitaciones
con paredes color beige mira las botellas.

Hay botellas llenas de cualquier cosa en realidad.

Viernes

Relajación repentina

inflamación de los nódulos linfáticos
con frecuencia a causa de infección
es rara vez causa del cáncer.

Viajo en autobús
por la tarde. Un billete de diez dólares

revolotea por la acera.
En la oscuridad
se borran los colores de los árboles.
El humo viaja en silencio
sobre el río el agua se desenreda

a través de una botella—
se rompe como un lazo en el espacio.

El autobús pasa
sobre un trozo de tela.
Una bolsa de frutas hinchadas.

Sus pieles estallaron en el viento.

Sábado

En el mercadillo un conejo
colgaba desollado por los pies;
Papá compró venado.

El sabor escapa
con tacto y presteza
pasa el serrín.

Un hombre sella cartas
con imágenes no solicitadas.

Tal y como los doctores responden
sin previo aviso
geles recubriendo las manos enguantadas.

Imágenes en pantalla muestran
los secretos del cuerpo—
porque qué somos:
sino un montón de opciones.

Estar enfrascado y ser elegido
elegí caminar al margen serrín

a través de las hojas en el mercadillo
estamos siempre en la mitad de un día.

Domingo

Cuando voy conduciendo y convencido
de que he visto un alce pero era un ciervo
me da un vuelco el corazón.

Hay una luna naranja.

Una esfera de pizarra
explora la ciudad:

En blancas habitaciones de hospitalidad

el ratón apareció chocante solo
porque su cuerpo
medía la mitad
de lo que parecía cada vez
que me volvía hacia él.

La radio emitía sonidos:
black metal.
Un tren silbó.
Alemania contempló su nuevo día.

Y cuando se arrastró
bajo el radiador
como el uranio
tenía una vida media casi eterna.

Lunes

Al fondo de la caja
las banderas se doblan entre sí.

Me duele la espalda estoy en cama

Nicole ha vuelto a casa para votar.
En la pequeña escuela sobre la colina
las encuestas cambian de favoritos.

Los colores también cambian.

Cuando a oscuras
no veo la ventana.

A través de ella habría llegado a ver
una pequeña regadera

o una isla en el lago que empieza por S.
Allí vivía
un hombre que colgaba banderas del cielo amarillo.

Martes

El uso de aspersores estaba prohibido
en el exterior de todas las casas
en que he vivido hay una puerta azul.

Una gaviota aterrizó en los ultramarinos.

Dentro de la tienda
vi palabras dibujadas
del pez del color del hielo
con ojos del color del hielo.

“Gaviotas en una rama oscura y húmeda,”
o, “Gaviotas en un umbral oscuro y húmedo.”

Junto al vertedero
fui
enterrado de forma simiesca.

Los ritos existen
para ser sostenidos más que celebrados.

Miércoles

Junto al columpio
estaba Clyde enterrado en hojas
con raíz de zarzaparrilla.

C— está otra vez comiendo.
Mi cuñado me escribe
generosamente esperando el arreglo.

Todo tipo de cosas son digeridas
dentro de nosotros puedo sentir el sol.

Cuando voy en bici busco
aguiluchos y grasa conflictiva.

Nicole tiene frio y yo voy en bici sin
efectos secundarios todavía
parece que existe una promesa

junto a las hojas dejadas atrás.
Allí en el jardín
hay una pala.

Jueves

Un dolor de cabeza, una indolente fuerza
puedo ver la nieve en la ventana.

Desde el autobús ahí están las luces
de la ciudad palpitando.

El sonido del clarín
en la blancura y en el frío.

El puente era la autoridad entonces,
disparado a los cielos escarlatas escapaba
a toda descripción.

El pez de plata daba saltos;
y porque sus pantalones están cubiertos
de aceite, incorregible

él lo libera.
Lo lanza por la ventana y cae
en el suelo el sol es un doctor.

Antes de mirar el teléfono recuerda
que todas las leyes
están trazadas mas no fijas.

Lee la versión original de «Black Metal».