Cinco poemas inéditos de Marina Burana

Marina Burana 明蓮花 es una escritora argentina radicada en Taiwán.

Escribe tanto en inglés como en español y lleva un diario en francés y chino. Ha publicado tres libros de cuentos y sus poemas, obras de ficción y no ficción aparecen en varias antologías, revistas y periódicos de todo el mundo.

Sus obras (con y sin títeres) han tenido lecturas teatrales y producciones completas en los Estados Unidos, Reino Unido, Argentina, Uruguay, Canadá, Perú, Portugal y Taiwán. Actualmente se desempeña como lectora de poesía para la revista norteamericana The Adroit Journal.

Marina es también pintora, titiritera y artesana de tela de corteza a partir del árbol Morera de papel, con un profundo compromiso hacia el fomento de la participación comunitaria a través del arte y las exploraciones basadas en la naturaleza. Con sus proyectos de arte participativo, logra reunir a diversas comunidades, creando espacios inclusivos que promueven la colaboración y el intercambio. Su enfoque se nutre de su origen y desarrollo multicultural, utilizando el arte como una herramienta para unir a las personas, celebrar las diferencias y fomentar el aprendizaje colectivo y la creatividad.

Toca a menudo su violín y viola en las actuaciones y en los talleres que imparte.

Los poemas de la autora que presentamos a continuación en «Lxs que vienen» pertenecen a su material inédito.


La casa grita apagada bajo las ramas

.
.
.
La casa grita apagada bajo las ramas, las grandes ramas
de estos brazos enormes que la asfixian de amapolas, la rodean
de huecos.        por donde las grietas.              se hacen arrugas tempranas,
.                                                                  la quiebran,
.                                                                               lentamente,
como si el tiempo se escondiera entre fisuras.
Hermosa casa que se llena de amargos terciopelos
cuando al atardecer jadea la luz entre ávidas partículas, ¿qué será
de esta casa que de a poco se hace, toda ella, pura selva,
y grita sin que nadie la oiga, un adiós que se vuelve recuerdo
de peldaños, de fábulas y de hormigas?
.
.
.
Inédito

Si no se hace grande la alegría

.
.
.
Si no se hace grande la alegría y sube
hasta abrazarnos a todos
.            la tierra,
si no se infla, toda hinchada la alegría,
no sirve que te diga cuánto río, no sirve
nada sirve si no es de todos, alma que en nuestras manos
se hace sueño verde y se rompe despacio
para hacerse minúscula luego, la alegría que de tan grande
es inmensamente pequeña.                               y se ríe.
Pero sólo ríe cuando posa en todas las bocas,
cuando se tiñe del oscuro blancor de las horas,
cuando eres yo y somos ellos nosotros, cuando
sirve ser perla, y ser barro. Por eso
si no se hace grande no quiero decirla, o quizá
sólo a ti, [que me entiendes en murmullo].
pero nada más, porque no sirve, no sirve y me arden las venas
que quieren ser ramas con los demás cuerpos,
rojos de furia, tormentos, o felices como éste, el mío,
que sueña cada día en un abrazo, se hace árbol,
abeja, vertiente, sol y luna, vientre..               ¡No!
No debemos decir la alegría sin que sea de todos,
sin que nazca con flores en las esquinas o caiga
del tejado, inevitable, capullo de nuestros labios.

Hasta que no seamos ellos ustedes nosotros,
digamos la alegría bajito,
íntima, adentro, y que al sacarla en pedazos refleje
esa otra inmensa que algún día nacerá de todos
monstruosa de risa, en bocas pequeñas.
.
.
.
Inédito

Preparar la piedra

.
.
.
Preparar la piedra,
decirle quedamente
que ella también es y no es
universo perdido de sales,
mundos soñados, abismos.
Piedra bonita, gris, que aguanta el agua
soslaya el fuego y los pájaros.
El sol la acaricia: ella se hace de plata
y al cernirse las sombras se aquieta
y de su piel rugosa, arenada
despierta la bestia y envidia
la soberbia del cemento cuadrado,
geométrico verso de ventanas y paredes.
Y la pobre piedra, entre el candor verde,
no sabe que es testigo
de la abeja y la serpiente.
.
.
.
Inédito

Piensa en todo eso

.
.
.
.                                                                               Mephistopheles: Wie viele hab’ ich schon begraben!
.                                                                                         Und immer zirkuliert ein neues, frisches Blut[1].
.                                                                                                                                             Fausto, J. W. Goethe
.
.
.
Piensa en todo eso, en la rama, el árbol, la espiga,
ayúdame, a enunciar todo y hacerlo vivo, materia que nace
verbo caliente detrás de las orejas, imposibles.
Vamos, ayúdame a entender esas muertes, esos vientres
arrancados de sus colores de sandía, de rosas, de espárragos,
de atardeceres de gallinas, de gitanos, de chicharras que guitarrean en la pampa
este mismo no-saber, esta búsqueda inútil de las manos que recorren con sus dedos
el placer de la tierra, el verde, un pedazo de rocío.
Piensa conmigo en la memoria, que nos condena a ser estos seres que somos,
con pasados y retóricas imbéciles, pequeñas cárceles de labios y mejillas.
Piensa porque yo no puedo, cuando el cansancio de la hierba me sujeta,
me interrumpe verde, toda ella, la hierba, sigilosa, amarga de noches. No.
Yo ya no puedo, por eso te ruego que pienses, porque el cuerpo
se me hace raíz, se descompone, sube al ámbito inútil del tiempo,
bajo ese cielo-entraña que amenaza con caerse.
No. Mejor no pienses.
Toda una humanidad pensando fuerte.
.
.
.
.
.
.
[1] ¡Piensa en las multitudes que enterré! / Mas aún siempre hay nueva sangre en circulación.
.
.
.
Inédito

Este mundo arrancó la pulpa de las cosas

.
.
.
Este mundo arrancó la pulpa de las cosas
y dejó todos estos encuentros huérfanos,
todos estos espectros imaginarios que andan
y andan por las avenidas, las calles,
los viejos rincones de polvo y lágrimas.
No sé muy bien cómo andar en este mundo,
sé usar máscaras, un poco, ponérmelas y apagar
la llama vital, el hundido secreto.
.
.
.
Inédito

Un comentario en “Cinco poemas inéditos de Marina Burana”

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *