Black Metal, de David Fishkind: « Domingo »
Domingo
El puente discurría por encima del estanque
y a lo largo
de un estrecho sendero a la autopista.
Entonces cegaron el estanque
y construyeron una inmensa esfera de pizarra.
Se alzó. Cuerpo oscuro contra la amarilla luz.
El humo danzó indolentemente
contoneándose, con los brazos abiertos.
Y el viento al fin se lo llevó.
Los crepúsculos eran más brillantes
—violentos— los ojos se hinchaban;
las moradas mejillas se expandían.
Un hombre de franela gris recibe una llamada.
Escucha la otra voz,
que no le suena a la suya en absoluto.
Se acerca a un armario y abre una botella,
decanta el contenido pálido
y lo deja reposar en una mesa.
Lo deja reposar por mucho tiempo.