«Poemas por la paz» de Paul Éluard: un texto escrito al final de la Primera Guerra Mundial

Traduce | Manuel Puertas Fuertes


Aún percutían, en las mentes de las personas, los horrísonos alaridos de la bestia bélica y continuaban la nubes flotando en la atmósfera como negras sombras chinescas expresando el dolor, cuando los sobrevivientes regresaban del frente, volvían a sus hogares. Eran los meses en que se acercaba el final de la Primera Guerra Mundial, de la que por estos días se recuerda un siglo.

Entre los hombres que veían con optimismo el final de la mortandad provocada por la Gran Guerra estaba Paul Éluard (Eugène- Émil- Paul Grindel, nombre de pila), ya casado con Helena Dimitrovnic Diakanova, a la que había conocido en el sanatorio de Clavadel en Suiza y a la que rebautizó como Gala, junto a la que acababan de ser padres de Cécile, a quien están dedicados algunos de los fragmentos de «Poemas por la paz», obra que publica en julio de 1918.

Con esta, su cuarta obra es conocido por Jean Paulhan que, enseguida comenzó a colaborar en  La Nouvelle Revue Française de Gallimard y a la muerte de Jacques Rivière fue nombrado su director.

No sería muy aventurado afirmar que esta plaquette inicia la fulgurante ascensión de la carrera poética de Paul Éluard, uno de los poetas más importantes e influyentes del siglo pasado.

«Poemas por la paz», pudiera haber formada parte de un proyecto más amplio, como lo escribe el propio Éluard en varias ocasiones, de hecho, se conservan más fragmentos y comentarios de la obra. ¿Porqué no se llevó a cabo? En la edición de sus Obras Completas, Dumas y Scheler lanzan la hipótesis, muy documentada, que quizás fue la influencia del propio Paulhan la que interrumpió el proceso. Paulhan presentó a Éluard al triunvirato Breton-Aragon-Soupault, que acababan de editar el primer número de la revista Maintenant, tal vez estas nuevas amistades y nuevos compromisos alejaron a Éluard de la posibilidad de concluir una nueva versión de «Poemas por la paz» con mayor extensión.

De cualquier manera, este es el poema recogido en el tomo I de sus Obras Completas editadas por Gallimard, en París en 1968 y en edición de Marcel Dumas y Lucien Scheler, páginas 28 a 33.

Con este texto del poeta francés se complementa la publicación del poema «El deber», el cual presentamos hace pocos días, ambos unidos por la temática de la Primera Guerra Mundial.

La traducción de este poema fue preparada por Manuel Puertas Fuertes, quien ha dedicado dos décadas en llevar a nuestro idioma libros completos de Tristan Tzara y del mismo Éluard, textos hasta el momento inéditos en castellano. La traducción está acompañada del poema en su versión original, ambos pueden leerse en el botón desplegable a continuación.

[symple_tabgroup][symple_tab title=»POEMAS POR LA PAZ/ POÉMES POUR LA PAIX«]

Poemas por la paz 

Mundo deslumbrado, Mundo aturdido.

I
Todas las mujeres están felices
Se han reencontrado con su marido- regresa del sol
Trae tanto calor.
En voz muy baja ríe y dice buenos días
Antes de abrazarse a su maravilla.

II
Espléndido, el pecho levemente arqueado,
Eres para mí mucho mejor que para el tiempo, santa mujer mía
Cuando con aquel, y aquel, y aquel, y aquel y aquel,
Sostenía un fusil, una cantimplora- ¡nuestra vida!

III
Todos los camaradas del mundo,
¡Oh amigos míos!
No son en mi mesa redonda dignos
De mi mujer y mis hijos sentados,
¡Oh amigos míos!

IV
Tras el combate entre el gentío,
Te dormías entre el gentío,
Ahora sólo tendrás cercano a ti un aliento
Y tu mujer compartiendo tu lecho
Te excitará mucho más que otras mil bocas lo hicieron.

V
Es caprichoso mi hijo-
Consigue todos sus caprichos
Tengo un hermoso hijo presumido
Que me hace reír y reír.

VI
Faeno
Faeno con mis diez dedos y faeno con mi cabeza,
Faena de Dios, faena de bestia,
Mi vida y nuestra esperanza cotidiana,
El alimento y nuestro amor.
Faena.

VII
Mi hermosa, necesitamos ver florecer
La blanca rosa de tu leche.
Mi hermosa, es preciso ser madre con rapidez,
Con mi rostro… dame un bebé

VIII
Tuve mucho tiempo un rostro inútil,
Pero ahora
Tengo un rostro para ser amado,
Tengo un rostro para ser feliz.

IX
Necesito una enamorada,
Un virgen enamorada,
Un virgen de vestido atrevido.

X
Sueño con todas las hermosas
Que se pasean por la noche,
Muy despacito,
Con la luna que viaja.

XI
Toda la flor de los frutos ilumina mi jardín,
Los árboles de la belleza y los árboles frutales.
Y trabajo y estoy sólo en mi jardín.
Y en fuego melancólico sobre mis manos el sol arde.  [/symple_tab][/symple_tabgroup]

     [symple_tabgroup][symple_tab title=»VERSIÓN ORIGINAL«]

     Poémes pour la paix

Monde ébloui, Monde étourdi.

I
Toutes les femmes heureuses ont
Retrouvé leur mari – il revient du soleil
Tant il apporte de chaleur.
Il rit et dit bonjour tout doucement
Avant d’embrasser sa merveille.

II
Splendide, la poitrine cambrée légèrement,
Sainte ma femme, tu es à moi bien mieux qu’au temps
Où avec lui, et lui, et lui, et lui, et lui,
Je tenais un fusil, un bidon – notre vie!

III
Tous les camarades du monde,
O! mes amis!
Ne valent pas à ma table ronde
Ma femme et mes enfants assis,
O! mes amis!

IV
Après le combat dans la foule,
Tu t’endormais dans la foule.
Maintenant, tu n’auras qu’un souffle près de toi,
Et ta femme partageant ta couche
T’inquiétera bien plus que les mille autres bouches.

V
Mon enfant est capricieux –
Tous ces caprices sont faits.
J’ai un bel enfant coquet
Qui me fait rire et rire

VI
Travaille.
Travail de mes dix doigts et travail de ma tête,
Travail de Dieu, travail de bête,
Ma vie et notre espoir de tous les jours,
La nourriture et notre amour.
Travaille.

VII
Ma belle, il nous faut voir fleurir
La rose blanche de ton lait.
Ma belle, il faut vite être mère,
Fais un enfant à mon image…

VIII
J’ai eu longtemps un visage inutile,
Mais maintenant
J’ai un visage pour être aimé,
J’ai un visage pour être heureux.

IX
Il me faut une amoureuse,
Une vierge amoureuse,
Une vierge à la robe légère.

X
Je rêve de toutes les belles
Qui se promènent dans la nuit,
Très calmes,
Avec la lune qui voyage.

XI
Toute la fleur des fruits éclaire mon jardin,
Les arbres de beauté et les arbres fruitiers.
Et je travaille et je suis seul dans mon jardin.
Et le soleil brûle en feu sombre sur mes mains. [/symple_tab][/symple_tabgroup]

…………………                          

2 comentario en “«Poemas por la paz» de Paul Éluard: un texto escrito al final de la Primera Guerra Mundial”

  1. Pingback: «El individuo y la conciencia del escritor» de Tristan Tzara | Revista Aullido
  2. Trackback: «El individuo y la conciencia del escritor» de Tristan Tzara | Revista Aullido
  3. Pingback: Cinco textos del poemario «Molino rojo» de Jacobo Fijman |Revista Aullido
  4. Trackback: Cinco textos del poemario «Molino rojo» de Jacobo Fijman |Revista Aullido

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *